Biopsia de próstata

Biopsia de próstata

La biopsia de próstata eco-guiada es el examen que se utiliza para diagnosticar o comprobar sospecha de cáncer de próstata.

 

El examen consiste en colocar un transductor – vía transrectal – por donde se guía una aguja que tomará muestras de tejido prostático a través de ecografía, permitiendo dirigirse directamente a la zona periférica de la glándula y logrando que la prueba sea lo más precisa posible.

  • Cuando se detecta una alteración progresiva en el antígeno prostático. Esto se confirma por medio de una prueba de sangre.
  • Cuando se palpa un nódulo en el examen físico.
  • Cuando la resonancia magnética describe lesiones que dan indicios de sospecha de cáncer.
  • Tu urólogo debe explicarte por escrito el protocolo que debes seguir antes y después de hacerte una biopsia de próstata.

    La preparación de cara a la biopsia exige al menos estos dos puntos clave:

    • Limpiar correctamente la parte final del colon.Al ser un procedimiento que normalmente se realiza vía trans-rectal (a través del orificio del ano del paciente), necesitamos que la parte final del intestino esté limpia de heces. Por tanto, antes del procedimiento es necesario aplicar unos enemas.
    • Profilaxis antibiótica.Como la zona a biopsiar es una zona «sucia», es necesario tomar un antibiótico antes del procedimiento para evitar las posibles infecciones de la próstata (prostatitis) derivadas de las «herida» (aunque sea microscópica) que provoca la propia biopsia. De nuevo, tu urólogo te dirá exactamente qué antibiótico tomar, a qué dosis y cuánto tiempo.

Las muestras de tejido se obtienen mediante lo que llamamos «mapeo prostático»; es decir, ayudándonos del ecógrafo, elegimos las zonas de aspecto sospechoso o las zonas donde sabemos que aparece el cáncer con mayor frecuencia). Entonces tomamos una serie de muestras aleatorias específicamente de esas localizaciones.


¿Es necesaria la anestesia?
Normalmente se realiza con anestesia local sin necesidad de sedación ni de anestesia general. Simplemente aplicando un poco de anestésico local por los lados de la próstata evitamos cualquier tipo de dolor.


¿Cómo es la aguja?
La aguja con la que realizamos la biopsia es una aguja «especial», muy fina y larga que nos permite llegar al lugar de la próstata que queremos biopsiar desde el ecógrafo transrectal.


¿Es necesaria la ecografía?
Sí, en la actualidad la consideramos imprescindible.
Hay que tener en cuenta que la próstata, al ser un órgano situado entre la vejiga y el recto y que envuelve el conducto urinario (uretra), es imposible de visualizar a simple vista.
La ecografía, ya sea abdominal o transrectal (a través del ano) nos permite saber en qué parte tenemos que realizar las diferentes tomas de tejido y así obtener el mejor rendimiento diagnóstico.

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